God Help The Girl: El paraíso de todo moderno


NOTA: Esta es, posiblemente, la entrada menos objetiva que he escrito en el blog. Las razones son simples: canciones pop, gafas de pasta, camisetas de rayas, gorros de lana, Glasgow, Belle & Sebastian, y Emily Browning con flequillo recto y media melena. 



Este póster resume todo bastante bien.


¡Pero bueno! Vamos al lío. God Help The Girl es una película musical muy, muy reciente. De este año, para ser exactos. Su director es Stuart Murdoch, ese señor que fundó el maravilloso grupo Belle & Sebastian, además de encargarse del auténtico God Help The Girl, cuyas canciones forman la banda sonora de la película, de la que tengo que hablar sí o sí. Mi moral me lo exige.

He visto la película unas cinco o seis veces, así que no me debería resultar difícil hablar del argumento: Eve (Emily Browning) está en un momento de su vida bastante complicado, ingresada en un hospital por problemas alimenticios, parece que su única vía de escape es la música. En la maravillosa ciudad de Glasgow conoce a James (Olly Alexander, al que podéis escuchar en su propio grupo Years & Years) y a Cassie (Hannah Murray, conocida por participar en Skins y en Juego de Tronos), entre los tres se creará una conexión musical maravillosa, y formarán un grupo. Hasta aquí todo bien. Tal vez, James y Cassie tendrán que soportar las idas y venidas de Eve, que no está muy bien de la cabeza, y la insoportable presencia de Anton (Pierre Boulanger), que tiene un acento suizo muy atractivo, pero poco más.

Un argumento muy simple, lo sé. Entonces ¿por qué esta película me parece tan maravillosa? Puede que sea porque soy una moderna de mierda. Pero puedo resumirlo todo, más o menos así:

· La banda sonora: compuesta por Stuart Murdoch, ¿hace falta decir algo más? La mayoría de las canciones las interpreta Emily Browning (en serio, ¿hace falta decir algo más?), además de Olly Alexander y Hannah Murray. Y alguna que otra también interpretada por las originales God Help The Girl. No tengo palabras para describir lo que siento por esta banda sonora, mejor dejo un link a Spotify y os enamoráis vosotros mismos. Atención, por favor, al track número cuatro: "Pretty when the wind blows." Una maravilla.

· La estética: puede que suene superficial, pero con un buen vestuario se puede hacer mucho. La ciudad de Glasgow, mezclando lo victoriano con lo moderno, lo clásico con lo más indie, los edificios de piedra con las Dr. Martens y las camisetas de rayas... No sé, maravilloso.




· Tiene algo de Godard: puede que alguien me asesine por decir esto, pero debo decir que el propio Stuart Murdoch comentó en una entrevista que dos de sus directores favoritos son Godard y Truffaut. Cuando Eve, James y Cassie interpretan "If you could speak" y realizan los tres esos pasos de baile, me recordó muchísimo a la película de Godard, "Bande à part", con el baile de los tres protagonistas en el bar.



· Emily Browning: no tengo palabras feas para esta chica. Quizás su actuación no es la más maravillosa del mundo y eso no te permite empatizar del todo con el personaje. Pero tengo que reconocer que a mi, personalmente, me gusta todo lo que hace. Quizás estoy un poco cegada por lo maravillosa que es de pies a cabeza, puede ser.


Tenéis que entenderme.


Para terminar, quiero compartir uno de los números musicales de la película "I'll have to dance with Cassie", un pequeño spoiler sin importancia. Porque sí, porque Emily Browning y Hannah Murray están maravillosas, porque los bailes son absurdos y me encantan, y porque la canción es una pasada:





Qué bonito es todo a veces. ¡Un saludo!


La flaqueza del bolchevique: la lolita del siglo XX



Película del año 2003, dirigida por Manuel Martín Cuenca y basada en la novela homónima de Lorenzo Silva, que también participó como guionista. Supuso el estreno como actriz de María Valverde, y no se me ocurre forma mejor de darla a conocer. 

La historia habla sobre Pablo López (Luis Tosar), un hombre, podría decirse algo misántropo y al que nada ni nadie le merece la pena. Para él, todo es una mierda. Involucrarse con las personas sólo lleva a la autodestrucción. Se emborracha alguna que otra noche, y de casa al trabajo, del trabajo a casa. Precisamente una mañana, camino de su trabajo, tiene un accidente de coche con Sonsoles (Mar Regueras), la típica pija que se siente orgullosa de tener el mundo en sus manos y resulta bastante insoportable. Después de unos cuantos insultos y una denuncia, Pablo decide hacerle la vida imposible a Sonsoles. Hasta que un día, se topa con María (María Valverde), la hermana pequeña de Sonsoles, de quince años, y se enamora de ella. Esto le lleva a una serie de sucesos y experiencias que desencadenan en un final, a mi parecer, un poco desagradable.

La primera vez que supe del argumento de esta película/libro, lo primero que pensé fue "Pederastas no, gracias." Sin embargo, después de haber leído "Escupiré sobre vuestra tumba" de Boris Vian, creí que nada podría resultarme desagradable. Así que me aventuré con el libro, y más tarde, con la película. No me arrepiento en absoluto.

La historia nos relata la vida de un hombre gris, sumido en una monotonía que lo consume poco a poco. Todo en su existencia es vulgar y carece de sentido, hasta que aparece María y todo se ilumina. Cuando Pablo cree que toda su sensibilidad está perdida, una chica de quince años consigue rescatar lo que ya creía enterrado. Le pongo un diez a la escena de Luis Tosar intentando controlar sus lágrimas mientras suena en su coche "Standby", de Extremoduro (ojo, spoiler). Esa mezcla entre lo burdo y lo sentimental me pone los pelos de punta.

Poco más puedo decir sobre esta película sin desvelar su trama. Ante Luis Tosar tengo que quitarme el sombrero, pero eso no supone ninguna sorpresa. María Valverde, con sólo dieciséis años, está maravillosa en su papel. Supongo, quizás, por empatía con el personaje que interpretaba. Irradia luz en cada escena en la que sonríe con ese aire infantil. Aunque tengo que admitir que no puedo ser del todo objetiva a la hora de hablar de esta chica.

Personalmente, me encantan las historias de amor que acaban en fracaso, o son imposibles. Como siempre me gusta decir, sólo el amor inconcluso puede ser romántico. Y para terminar, me veo en la obligación de dejar por aquí un fragmento del libro (uno de tantos) que me gustó especialmente:

"Cuando la felicidad es demasiado grande, cuando a uno le curan de una herida demasiado mala, cuando todo es demasiado bonito, sólo hay un presentimiento que un hombre sensato pueda tener: algo está a punto de joderse. Eso presentí yo en aquel momento, mientras Rosana me quería y yo podía percatarme, y así me sumí en la melancolía de la que ya no he salido desde entonces"

Dato: en la novela, María se llama Rosana.

¡Un saludo!