A veces no me apetece meterme en una película que me haga reflexionar sobre mi miserable existencia. Necesito algo superficial, absurdo y lleno de violencia gratuita, que no profundice demasiado en las emociones humanas y me permita echarme unas risas. Para esto, el género slasher es maravilloso.
Lo más característico de un slasher es que hay un psicópata que se dedica a asesinar a gente muy, muy, muy, muy lerda. Es imprescindible. Sin relación psicópata - lerdo, no hay slasher. Sin embargo, dentro de este género hay una muy amplia gama de características, o más bien clichés, que un buen slasher debe cumplir (y si no las reúne todas, no merece la pena, soy así de nazi):
· Grupo de adolescentes: preferiblemente universitarios o pre universitarios. Están en pleno apogeo, acaban de graduarse y van a hacer el viaje de su vida. La furgoneta es imprescindible. Deben ser mínimo cinco, y dentro de este grupo de encontramos los siguientes estereotipos: el que siempre fuma porros, la pareja empalagosa que sólo ha ido al viaje para practicar sexo salvaje en el bosque, el chico problemático al que le encanta hacerse el héroe, la chica de enormes pechos a la que le encanta zorrear y que tarde o temprano hará su desnudo durante la película, y el listo o la lista (o menos gilipollas). Este último siempre suele ser el único superviviente.
¿Quién es quién? (La matanza de Texas, 2003)
· Psicópata resentido: estos jóvenes en la flor de la vida, necesitan a alguien que los persiga hasta acabar con todos de la forma más cruel y retorcida posible. Aquí es cuando entra nuestro querido psicópata, sin él o ella, nada de esto sería posible. El motor de su vida se basa en esperar el momento oportuno para atacar. Sus motivos son múltiples: complejo de Edipo, negación de la amistad en la infancia, infidelidades entre sus padres, mirar directamente a los ojos de Leticia Sabater... El caso es que este personaje volcará toda su frustración contra gente joven, alegre y despreocupada. Así que ya sabes, si eres de los que prefiere preocuparse a vivir el momento, estás a salvo. Pero no de ti mismo.
Esa mirada llena de ternura (Psicosis, 1960)
· Violencia gratuita: algo que me llama muchísimo la atención los slasher es que el asesino nunca utiliza armas de fuego. Supongo que, ya que su finalidad es torturar antes de dar muerte a su víctima, prefiere utilizar armas punzantes del tipo cuchillo jamonero o sierra mecánica. Esto es mucho más desagradable a la vista que un disparo de pistola. Y aquí entra el tema de la violencia gratuita, los desmembramientos, los cortes profundos, que si ahora te corto una oreja, que si ahora te quito un pie, que si ahora te saco el ojo y te lo doy de comer... En fin, lo típico. Muy gratuito. Si matas, matas, no vengas jodiendo con jueguecitos grotescos. A los asesinos de estas películas les gusta demasiado un show.
La cara que se le queda cuando le quieren quitar su amado puñal. (Scream, 1996)
· Adicción a los lugares oscuros y peligrosos: los protagonistas de este tipo de películas sufren una especie de fetichismo enfermizo con este tipo de sitios. Están en peligro, los persigue un loco armado, y lo mejor que se les ocurre es separarse para explorar los lugares menos favorables para la humanidad. Sótanos, áticos, casas abandonadas, bosques en mitad de la noche, aparcamientos... No pongo foto, no encuentro ninguna decente, para qué mentir.
· Persecución, tropiezo y llaves del coche: en ese orden. No hay otro posible. ¿Hace falta explicarlo? Le persiguen, enfoque frontal al protagonista para que podamos ver a qué distancia se encuentra el asesino, ambos van a un ritmo normal, ni la víctima se esfuerza por huir, ni el asesino se esfuerza por matar. Se han puesto de acuerdo, es más, yo diría que se tienen cariño. Pero de repente, ¡tropiezo! La víctima cae al suelo y empieza a sollozar desesperada. Si hay torcedura de tobillo, mejor que mejor. Pero el asesino es una persona educada y le dará su tiempo para que se recomponga y puedan seguir su absurda persecución. Llega al coche, y tras unos quince minutos intentando encajar en la cerradura la única llave que tiene en la mano, consigue entrar. Mágicamente, el asesino ya estará dentro del vehículo, y morirá.
· Persecución, tropiezo y llaves del coche: en ese orden. No hay otro posible. ¿Hace falta explicarlo? Le persiguen, enfoque frontal al protagonista para que podamos ver a qué distancia se encuentra el asesino, ambos van a un ritmo normal, ni la víctima se esfuerza por huir, ni el asesino se esfuerza por matar. Se han puesto de acuerdo, es más, yo diría que se tienen cariño. Pero de repente, ¡tropiezo! La víctima cae al suelo y empieza a sollozar desesperada. Si hay torcedura de tobillo, mejor que mejor. Pero el asesino es una persona educada y le dará su tiempo para que se recomponga y puedan seguir su absurda persecución. Llega al coche, y tras unos quince minutos intentando encajar en la cerradura la única llave que tiene en la mano, consigue entrar. Mágicamente, el asesino ya estará dentro del vehículo, y morirá.
· El sheriff: un slasher no es un slasher si no aparece entre escena y escena un sheriff toca pelotas. Porque sólo sirve para eso.
Él era listo (Scary Movie, 2000)
· The final girl: este término aparece en cualquier artículo que se pueda leer sobre el slasher. Es la única persona sensata de toda la película, la que se da cuenta de que algo va mal, la que no actúa como si hubiese perdido todas sus neuronas. Se da cuenta de que algo no va bien antes que el resto, intenta alertar al grupo, y al final acaba sola. Es lo más cercano que hay al espectador, la que más o menos se da cuenta de las cosas (digo más o menos porque sigue siendo lerda). Protagoniza la última persecución con el asesino, pero saca fuerzas de donde sea para acabar con él (o ella, que también hay tías muy psicópatas).
Qué maja (Nurse 3D, 2013)
Me dejo muchísimos clichés más sobre este tipo de películas, pero la pereza se está apoderando de mi. Este género me parece de lo mejor para pasar un buen rato con tus amigos. Y lo dice la persona más miedica de este universo. Es imposible que un slasher de miedo. Puede dar asco, puede dar risa, puede matarte de aburrimiento, pero es imposible que de miedo. Y si aprovechas el tema de los topicazos para jugar a algún juego de beber chupitos, ya tienes la noche hecha.
Últimamente cuesta demasiado encontrar un slasher que merezca la pena. Ahora todas las películas de terror hablan de espíritus y cosas que dan demasiado mal rollo como para disfrutarlas. Me encantaría que este género volviese a ver la luz de nuevo. El terror absurdo es muchísimo mejor que cualquier comedia absurda, te ríes muchísimo más.
La pereza llegó
Últimamente cuesta demasiado encontrar un slasher que merezca la pena. Ahora todas las películas de terror hablan de espíritus y cosas que dan demasiado mal rollo como para disfrutarlas. Me encantaría que este género volviese a ver la luz de nuevo. El terror absurdo es muchísimo mejor que cualquier comedia absurda, te ríes muchísimo más.
La pereza llegó
y todo lo arrasó.
¡Saludos!
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