Dirigida por William Wyler en 1965, y protagonizada por Terence Stamp y Samantha Eggar, está basada en la novela homónima de John Fowles (su primera novela, por cierto), considero esta historia una de las historias de amor más retorcidas que he presenciado en mi vida. Y eso que mi vida amorosa es un completo desastre.
El argumento es bastante sencillo: Freddie Clegg, un chico tímido, con problemas para relacionarse con la gente, y aficionado a coleccionar mariposas, gana una quiniela y de repente se ve con un montón de pasta. En lugar de irse de vacaciones, como haría cualquier persona normal, decide gastarse el dinero en una mansión con un sótano enorme, para secuestrar a Miranda Grey, una estudiante de bellas artes con mucho encanto. ¿El objetivo de su secuestro? Conseguir que los dos se conozcan y que ella logre enamorarse de él. Después de eso, Miranda será libre.
Aunque claro, ¿se puede lograr amar a alguien a la fuerza? Freddie está convencido de que sí, porque desde el primer día que la ve siente que ella está hecha para él, y por lo tanto, él también debe de ser para ella. Pero Miranda le dice que "si la condición para que me libere es que me enamore de usted, entonces estaré aquí hasta que muera." Duras palabras para nuestro pobre Freddie.
Los ojos claros siempre dan miedo.
Freddie tiene un serio conflicto moral. Siente una atracción muy fuerte por Miranda, y la tiene a su merced durante toda la película, al ser su raptor. Podemos ver en muchas escenas como, en el momento en que Miranda se acerca a lo que él considera más de la cuenta, el chico aparta la vista, incapaz de mirar a los ojos de ella, lleno de vergüenza por el simple hecho de desearla. Porque, como Freddie le repite a Miranda una y otra vez, ante todo, la respeta. Ve el sexo como algo sucio, y cuando se imagina con Miranda, es incapaz de hacerlo de forma sexual. Para él es una forma de mancillarla. Esto me lleva a pensar en la idealización. Freddie rechaza todo tipo de idea sexual hacia Miranda, porque ve en ella un ser puro, al que aún nadie ha tocado. Y más adelante en la historia, se llevará un desengaño que provocará ciertas cosas que no puedo decir, porque odio los spoilers.
Como ya he dicho antes, nuestro protagonista colecciona mariposas. Es lógico pensar que para él, Miranda es otra más en su colección. Es feliz cuando baja al sótano y la contempla mientras ella pinta cuadros, lee un libro, o fuma un cigarro. Le gusta observar, pero no ser observado.
Por otra parte, Miranda es todo lo que Freddie jamás será. Alegre, extrovertida, creativa, culta... Ambos están a años luz. Muchos de los diálogos, tanto del libro como de la película, se basan en Miranda demostrándole a Freddie que la que manda es ella. Y es curioso que la secuestrada tenga tantísimo poder sobre su raptor. En ocasiones demuestra un falso interés por Freddie que él recibe con tanto entusiasmo que llega a dar lástima. Pero claro, siempre llega el desengaño.
La película hace que te pongas en la tesitura de ambos personajes, y, al igual que sientes verdadera pena y angustia por Miranda, encerrada permanentemente en un sótano, también llegas a sentir verdadera lástima por Freddie ante los desplantes de su secuestrada y la impotencia de este al saber que nunca, ni aún teniéndola encerrada, llegará a alcanzarla. Estas historias que hacen que te metas en el papel del psicópata, y encima le comprendas, me dan mucho miedo.
Antes de hablar del final, tengo que destacar el momento "cena romántica" y esa especie de "encuentro sexual" que tienen los dos personajes, desencadenante de tantas cosas malas. Hay que ver la película para entenderlo.
Ya voy llegando al final. El último capítulo del libro consta de cuatro páginas. ¡Pero qué páginas! Pocas veces el final de un libro me había fascinado tanto y a la vez provocarme tanto rechazo. Y exactamente lo mismo ocurre con el último minuto de la película. Pero como ya he dicho, hay que verlo (o leerlo), para entenderlo.
Y como no todo es perfecto y a mi me encanta quejarme, voy a sacarle algo malo a la película: la banda sonora. Para mi gusto, está carente de tensión, y esta es una historia que necesita mucha tensión. Melodías bastante cutres, que podrían clasificarse de música para película de serie b. Es como si todo el rato estuviese sonando la misma canción en bucle, sólo que no es así. Porque si al menos fuese así, sería un dato curioso. Inquietante, pero curioso.
¡En fin! Aquí termino. Es un drama psicológico demasiado complejo como para que yo pueda desarrollarlo bien. ¡Pero prometo que he hecho lo que he podido!