¿POR QUÉ, WOODY?

El otro día, por razones que no vienen al caso y a nadie interesan, caí en la cuenta de que sí, me parezco a Woody Allen. Y no es porque usemos gafas de pasta, tengamos problemas para peinarnos, o perdamos la cabeza por las asiáticas, no. Es por las malditas Manic Pixie Dream Girls. 

Aunque en ese maravilloso artículo de Wikipedia no se habla de Woody Allen, yo opino que sí, que ese prototipo de chica está presente en todas y cada una de sus películas, desde Annie en Annie Hall, hasta Cristina en Vicky, Cristina, Barcelona. También la encontramos con Mónica en A Roma con amor, y no me puedo olvidar de Amanda en Todo lo demás. 


¿Qué tienen en común todas estas chicas? Intentaré hacer una lista más o menos concreta.

Son terriblemente atractivas. Y con esto no quiero decir que sean guapas o tengan un cuerpo diez. Simplemente son atractivas, lo son, lo saben, se aprovechan. Puede ser la ropa, el corte pelo, los zapatos o la forma de caminar, el caso es que irradian atracción por cada poro de su cuerpo y hacen buen uso de ello. Ejemplo: la primera vez que vi a Diane Keaton fue en Annie Hall y luego en Manhattan. Más adelante la vi en Looking for Mr. Goodbar (aquí Woody no tuvo la culpa) y me enamoró aún más, pero no es el caso. El caso es que si sacas a Diane Keaton de esos personajes, lo pierde todo. ¡Todo! No es una mujer especialmente guapa, para mi gusto está demasiado delgada (tened en cuenta que estoy hablando de la Keaton de los setenta, la gerontofilia no me va), y además, tiene la nariz un poco extraña. Pero cuando la ves interpretando esos papeles, se te olvida. Te gusta el concepto. Y qué concepto.




Él está pensando lo mismo que yo.


Nunca saben lo que quieren. Bendita inseguridad, que ahora sí, que ahora no, que ahora río, que ahora lloro... ¡Benditos cambios de parecer! Sólo tengo que citar eso que dice Cristina: "No sé lo que quiero, sólo sé lo que no quiero." Con Vicky, Cristina, Barcelona, descubrí la expresión "insatisfacción crónica" que, por desgracia, debo aplicar a mi misma. Pero no viene al caso. El caso es que nunca están contentas con lo que tienen, y si lo están, ellas mismas se convencerán de que tanta felicidad no puede ser sana, y vuelta a empezar. 



Sufro como Penélope.


Cultura, o el arte de decirte lo que quieres escuchar. En este punto tengo que unir dos cosas. Me explico: la gente inteligente y con cultura, me da morbo. Creo que es algo que le pasa a cualquier persona con un mínimo de neuronas, busca neuronas con las que tener sexo intelectual. ¿Quién no sueña con conocer a alguien que hable de su escritor o músico favorito? ¿Quién? Todos somos culpables, yo lo soy, tú lo eres, incluso ellas lo son. Y así nos encontramos, por ejemplo, con Mónica hablando sobre Albert Camus, poesía, Ozymandias, y un sinfín de barbaridades que sólo el pobre de Jack comprende. Y ya sabemos lo que sucede cuando una chica atractiva habla de lo que sólo uno mismo comprende. Desastroso. Que te digan lo que quieres oír siempre es desastroso.



Cara de "me deseas, y lo sé."


Todas, o casi todas, han tenido una o más experiencias lésbicas. No es necesario que desarrolle demasiado este punto. Sólo decir que para mi resulta especialmente dañino. Ni siquiera voy a poner foto.

Fidelidad, idea relativa aguafiestas. Y me aprovecho de una frase de Love of Lesbian para abrir este punto. ¿Hay alguna que le haya sido fiel al protagonista o no se haya ido con otro? ¿La hay? Si es así, necesito saberlo, que tampoco soy una experta en la filmografía de Woody Allen. 



No quiero hacer spoilers.


Y por último y más que evidente, están locas.


¿Por qué, Woody? ¿Por qué nos haces esto? ¿Por qué tienes que crear estos ideales de chicas tan ideales, llevarlos a la gran pantalla, meterlas en nuestro cerebro y luego pretender que sigamos con nuestras vidas como si nada? Supongo que te gusta volcar tus frustraciones sexuales en el guión de una película para así sentir que lo has vivido. Por eso casi siempre protagonizas tus películas, y ahora que estás demasiado viejo y nadie se traga que puedas salir con Scarlett Johansson, Ellen Page o Christina Ricci, escoges a actores jóvenes que te recuerdan a lo que un día fuiste. ¿De verdad te pasó eso? ¿Mia Farrow es así? ¿Existe ese tipo de chica? Si te tuviera delante te acosaría a un millón de preguntas y te explotaría la cabeza, porque estoy en mi derecho de saber por qué has metido ese ideal en mi mente. Me da miedo tener cosas en común contigo. Me veo dentro de treinta años adoptando a una vietnamita para casarme con ella, y no me agrada la idea. No me agrada en absoluto. Pero la pregunta que más me corroe por dentro es: ¿Por qué nos gustan las chicas así? Y todavía no tengo forma de averiguar la respuesta. 

Me tomo el cine muy a pecho, lo sé.

Mulholland Drive: No hay orquesta, todo es espejismo



Ayer por la noche vi mi primera película de David Lynch, como consecuencia, me vi hasta las cuatro de la mañana dándole vueltas a la cabeza y viendo dos capítulos seguidos de Girls para despejarme un poco. Para definir esta película sólo puedo decir: what the fuck. Hablar de esto sin hacer spoilers es muy difícil, porque para hablar de cómo es la película tienes que hablar de lo que pasa en ella, pero haré lo que pueda.

No sé cómo será el resto de trabajos de Lynch, pero esta en concreto es una historia onírica. Lynch trabaja con el mundo de los sueños, despistando y sin que distingamos bien lo que es real de lo que no. Eso que se dice de que en los sueños todo es posible, él se lo toma al pie de la letra. Situaciones surrealistas que ponen el cerebro a prueba. Pero esos sueños llenos de imágenes surrealistas, también son un reflejo de las emociones y del subsconciente, algo así como una manifestación de nuestros propios demonios. Al menos esto es lo que pensé yo después de darle vueltas a la cabeza durante dos horas. 

El caso es que la película dura dos horas y media. Y durante dos horas, crees que está sucediendo una cosa, pero en la última media hora de película te das cuenta de que lo que estabas viendo no era real, aunque sí que tenía su parte de realidad, porque a fin de cuentas, te estaban contando la historia real. Y entonces es cuando tu cerebro estalla.

No puedo decir mucho más porque tendría que destriparla completamente. Es una película que merece ser vista no una, ni dos, ni tres, sino varias veces, porque tiene muchos secretos y pequeños detalles que escapan. Así que se convertirá en mi obsesión durante un tiempo.

También hay que decir que Naomi Watts hace un papel increíble, y que la banda sonora es una pasada. En definitiva, una maravilla.



Momento mecagoensumadre.